Tengamos cuidado, que nuestro estrés puede ser contagioso.

Tengamos cuidado, que nuestro estrés puede ser contagioso. Aprendamos de ellos, olfateemos y exploremos a su ritmo. Y sobre todo, no lo estresemos con nuestro estrés.

Vivimos en un mundo donde la prisa, el ruido, la necesidad constante de movimiento, la falta de descanso y alimentación apropiada, son parte de nuestra rutina diaria y lamentablemente nos acostumbramos a ello. Este estilo de vida va moldeando nuestra conducta y genera efectos en nuestro cuerpo y psiquis, también en nuestro perro. No somos los únicos que estamos expuestos a situaciones que nos generan estrés, los animales también se estresan, de hecho lo hacen con frecuencia, solamente que no sabemos identificarlo y malinterpretamos los signos.
En la naturaleza de los perros el estrés funciona como respuesta natural para mantenerlo alerta y activo para la caza o la defensa. Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo y provoca la aparición de enfermedades y anomalías patológicas que impiden el normal desarrollo y funcionamiento del organismo.
Existen dos tipos de estrés: El estrés agudo y el estrés crónico. El estrés agudo es una respuesta necesaria y sana de afrontar un estímulo, en la que de manera puntual, se activan una serie de mecanismos por parte del sistema nervioso y endocrino. En ocasiones, puede ayudar a salvar la vida. Por ejemplo, un animal que es perseguido por un depredador, corre para salvarse. Las situaciones de estrés agudo consumen mucha energía y, una vez superadas, debe existir un periodo de calma que facilite la recuperación del organismo. En algunos casos, hablamos de horas o incluso de días para que los niveles hormonales vuelvan a parámetros normales.
El problema radica cuando, sin llegar recuperar el equilibrio de la primera situación de estrés, se enfrenta a una segunda, y sin haberse recuperado de esta segunda a una tercera y así sucesivamente…… En esos casos, el estrés se convierte en crónico. El animal vive en un estado casi permanente de alerta, y tiene una producción de cortisol y adrenalina superior a los valores normales lo que produce efectos secundarios que repercuten en la salud del animal.
Un perro adulto necesita alrededor de14 horas de sueño al día; los cachorros y perros de edad avanzada necesitan aún más. Los dueños pueden pensar que sus perros están aburridos, cuando probablemente solo necesiten descansar.
Un perro muy estresado puede mostrar una conducta no deseada como ladrar, montar a otros perros, piernas o almohadones, orinarse dentro de casa, o mostrarse continuamente agitado o hiperactivo.
Para ayudar a nuestro perro a relajarse, primero y principal observemos nuestra propia conducta.

 Estamos estresados?  Nerviosos? No olvidemos, que nuestro compañero va a hacer todo lo posible por seguirnos el ritmo.
Para cuidar a nuestro perro es fundamental que intentemos eliminar o evitar cualquier situación estresante. Es importante que nuestras mascotas descansen en una zona silenciosa y tranquila,  evitando que esté expuesto a estímulos a los que no está acostumbrado.
Tengamos en cuenta que si bien él vive con nosotros y conoce nuestro entorno social y ambiental, ellos no están acostumbrados a cambios drásticos. Procuremos darle un espacio de tranquilidad propio donde él sepa que puede descansar.
Cuando un perro esta estresado el umbral de agresividad y miedo disminuye, por lo que estas reacciones se desencadenarán con más facilidad frente a estímulos cada vez menores. Los perros se vuelven más reactivos con todo lo que ocurre a su alrededor y se sobreexcitan en situaciones que antes no los alteraban. Un perro“malo” es muchas veces un perro estresado y aterrado.

Muchas veces sobre estimulamos a nuestra mascota sin quererlo. Lo que empieza con una diversión puede dar lugar a una excitación tal que el perro termina estresado. Debido a nuestro estilo de vida, estamos tan ansiosos por “cumplir con el paseo” que parece que lo llevamos sin dejarlo olfatear y explorar libremente el territorio, lo que para él es fundamental, más allá de que haga sus necesidades. El paseo debe ser calmado para estimularlo y relajarlo mentalmente.

Mucha gente piensa que los perros necesitan realizar mucho ejercicio físico, esto no es cierto, en realidad, depende del tipo de ejercicio que se le propone. Si se le estimula a realizar repetidamente la misma acción no solo va a ser aburrido para él, sino que puede terminar sobreexcitado y aumentando su nivel de estrés.








Signos de estrés:
Retroceder 
Gruñir cuando alguien se acerca a tocarlo 
Asumir una postura de sumisión 
Pérdida de apetito 
Bostezar (el bostezo es un buen indicador de estrés). 
Jadeos. Los jadeos son normales cuando los perros tienen calor o están agitados. En este caso la lengua generalmente se encuentra relajada y floja. Cuando están bajo estrés, el jadeo generalmente se acompaña por una lengua rígida, con la punta arqueada hacia arriba (en forma de copa).
Babeo excesivo 
Pérdida de pelo  
Lamerse los labios 
Estornudos 
Temblores 
Sacudirse (como si se estuviera sacudiendo despues de un baño, pero estando seco)
Vocalización excesiva (ladridos) 
Morder 
Rascarse excesivamente o lamerse de forma reiterada 
Parecer ausente, dando la espalda o evitando contacto ocular 
Ocultarse tras el dueño 
Ocultarse bajo algún mueble 
Disminución de la actividad 
Problemas en la piel
                        
                     

* la mejor forma de bajar el estrés, el juego    entre ellos*




Algunas causas de estrés:
Ruidos inusuales 
Lugares desconocidos 
Personas que muestran un comportamiento extraño
Una persona que está nerviosa o que actúa en forma extraña desde la perspectiva del animal 
Socialización inadecuada
Ejercicios o estimulación mental inadecuados 
Dieta inadecuada



Reductores del estres
Llevar al perro a otro lugar 
Bloquear la vista del perro para que no pueda ver la causa de estrés 
Redirigir al perro a otra actividad, como jugar
Socializar al perro a nuevas experiencias. Debes hacer que sea placentero para el perro, jamás forzarlo. 
Establecer liderazgo, así el perro estará pendiente de su dueño como guía 
Que el propietario realice señales de calma tales como bostezar, lamerse el labio superior, pestañear, etcétera.







EL PERRO REACTIVO

  Hablemos sobre la reactividad canina   La “ reactividad canina ”: el perro que tiene una reacción exagerada a un cierto estímulo, pero...