Hablemos sobre la
reactividad canina
La “reactividad canina”: el perro que tiene una reacción exagerada a un cierto
estímulo, pero no significa que sean agresivos.
Algunas muestras de reacciones exageradas a
estos estímulos pueden ser ladrar mucho, gruñir en exceso, lanzarse
desbocadamente hacia otro perro, aunque esté lejos… solemos distinguir entre
perros que muestran reactividad con correa y perros que muestran reactividad
sueltos.
Por
lo general nos referimos a un perro reactivo cuando el estímulo es otro perro,
pero pueden ser también personas u otros animales.
Muchos perros que muestran reactividad
con la correa, cuando están sueltos no muestran absolutamente ningún problema.
¿Por qué muestran estos signos de reactividad con la
correa?
Puede haber motivos diferentes en cada
caso. Generalmente es por la falta de socialización de cachorro, pero también
puede ser porque tienen una
excitación excesiva, muchas veces tan solo es causa de que
quieren saludar y con la correa no pueden, eso les lleva a la frustración y
desencadena ese estado de estrés.
En
otros casos, aunque le hayan enseñado, un inadecuado manejo de la correa puede ocasionar
reacciones reactivas en nuestro perro. Puede ser por transmitir tensión en la
correa en presencia de otros perros, puede ser por castigar dando un tirón en
presencia de otros perros.
Hacer un buen manejo de la correa es vital para
evitar este tipo de conductas. Eso sí, una vez tengan adaptadas esas conductas,
el problema de la reactividad en los perros es difícil de solucionar al 100%.
Pero
con una serie de ejercicios se puede mejorar mucho.
Por eso es muy importante conocer las señales corporales que
nos está mostrando (se inclina hacia delante, boca cerrada, cola alta y en
tensión, cara rígida…etc.) y saber anticiparnos antes de llegar a la zona de
inundación. Esto es necesario tenerlo en cuenta ya que es importante a la hora
de no frustrarnos y evitar llegar a unos niveles de estrés y ansiedad altos en
nuestro perro.
¿Qué técnicas podemos utilizar?
Para empezar, deberemos utilizar una correa larga y que evite la tensión. Esto nos va
a ayudar a que no sienta tensión precedente a un momento de reactividad. Una
correa corta va a transmitir tensión a su cuerpo de manera casi constante, al
igual que una “flexi” que necesita cierta tensión para funcionar bien. Los
perros son animales muy sensitivos a nivel cinestésico y esa tensión les puede
conducir a aumentar sus niveles de adrenalina y cortisol.
Es muy importante que la correa no sea corta.
Algunos ejercicios básicos que
podemos hacer:
La
reactividad hay que entrenarla durante mucho tiempo para conseguir resultados y
no ir hacia atrás. Siempre entrenar a una distancia considerable que el perro
pueda ver al detonante, pero no activarle demasiado y practicar los ejercicios.
Después iremos reduciendo la distancia.
IMPORTANTE: en los paseos llevar premios olorosos
y que les gusten mucho, algún juguete
que les guste, asi como decirle muy bien de manera muy exagerada, premiarlo con
mucha alegria.
Hay que aconseguir que el perro esté atento a
su guia, puede ser con carícias, con premios , con aquello que nuestro perro se
sienta major. Así rebajamos su nivel de ansiedad (frustración, miedo) en
presencia de otros perros. Este ejercicio sienta las bases para poder trabajar
el redireccionamiento de atención hacia la guia.
Hacer un busca, también lo podemos utilizar para cambiar el foco de atención.
Date la vuelta y vete: ejercicio muy
útil, pero se tiene que practicar para poder realizarlo de manera rápida y
captar su atención rápido. Útil cuando nos topamos con otro perro
inesperadamente por la calle. Realizarlo cuando ya está tirando de nosotros no
es fácil. Por eso mejor, practicarlo previamente en entorno relajado.
El tener una “llamada excelente”. Ejercicio básico no sólo para la
reactividad sino para la educación en general de nuestro perro.
Espero que os sirvan estos consejos.