Sin duda,
perder a alguien a quién amamos es una experiencia que requiere de tiempo para
sanar la herida que deja. Para superar una ruptura de pareja, necesitamos
pasar por un proceso curativo natural, el duelo ,que hay
que respetar.
Aunque cada persona tiene una forma particular
de hacer el duelo, existen cuatro etapas comunes en el duelo de
una ruptura de pareja.
Etapa de impacto emocional
Tal vez nos cueste dormir y nos
sintamos bloqueados y confusos ante lo que acaba de
suceder y nos hagamos preguntes repetidamente de que ha pasado, de porque... También, es frecuente que tengamos miedo ante la
separación y tratemos de todas las maneres posibles de retomar
el contacto.
En estos
momentos es importante no tomar ninguna decisión importante.
Etapa de negación
Porque
aun no nos hacemos a la idea y guardamos esperanzas.
Algunas
personas creen haber “pasado página” manteniéndose ocupados,
o incluso retomando relaciones íntimas con otras personas.
Es necesario
comprender que forma parte del proceso de recuperación.
Así la etapa de negación facilita que sigamos
con nuestras vidas, trabajos y estructuras básicas, sin dejarnos aturdir por el
impacto inicial.
Etapa emocional
Pasados
unos meses, empiezan a
aparecer recuerdos de la relación y emociones
muy dolorosas que es importante procesar para
superar el duelo. Esta etapa suele resultar confusa porque
las personas solemos pensar que ya lo teníamos superado.
Es un paso muy importante en el que las
emociones necesitan ser procesadas.
Podemos sentir enfado, rechazo , nostalgia por
nuestra expareja .
Es
habitual que emerjan recuerdos de los primeros momentos de la relación.
Igualmente podemos experimentar una gran tristeza por lo que no pudo ser. Incluso miedo por el futuro, o miedo a permanecer “siempre en este
estado”.
Etapa de recuperación
Esto nos permite estar en paz con la relación
perdida y con nosotros mismos, aprender de los errores y aciertos
En esta última etapa, comenzamos poco a poco a
rehacer nuestras vidas plenamente.
Nos volvemos a abrir al mundo y volvemos a
tener un contacto más auténtico con nosotros mismos y con los demás.
Los
recuerdos seguirán en nuestra vida, pero sin causarnos dolor, para que esto
ocurra es muy importante la aceptación de lo sucedido, no sentir ningún tipo de
culpa, perdonar a la otra persona en el caso de que sea ella quien rompió la
relación.